Bilbo

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jueves, 18 de abril de 2013

Cómo llegar a Nueva Zelanda


Nueva Zelanda esta en el continente de Oceanía, mucho más pequeño y mucho menos salvaje que su vecino Australia; está a unos escasos 2000  kilómetros del polo sur.  Conocida en lenguaje Maori como  Aotearoa, “tierra de la gran nube blanca”, este país fue una antigua colonia británica cuya conquista e independencia fue pacífica en casi su totalidad. Actualmente con la publicidad generada tras el éxito cinematográfico de El Señor de Los Anillos y su antecedente europeo, Nueva Zelanda es un destino turístico muy codiciado alrededor del globo y su ubicación geográfica le da un aire exótico que nos hace pensar que llegar allá será toda una odisea casi imposible excepto para los adinerados. Lo cierto es que llegar allá es difícil, sí, pero una ley universal dice que si deseamos algo con intensidad este algo encontrará la forma de llegar a ti sin dificultad alguna, por lo tanto convenzámonos de que llegar a Nueva Zelanda es de lo más sencillo.

Iniciemos comprando el Boleto
La adquisición del boleto es el principal incentivo para asegurar nuestra travesía; si de pronto decidiéramos ir a comprar un boleto de avión para las próximas semanas el precio se elevaría a unos 40 o 50 mil pesos. Así es, el boleto es demasiado costoso, sin embargo si planeamos nuestro viaje con 9 meses de anticipación el precio se reducirá a casi 20 mil pesos. Es lo que nosotros hicimos.
-Recuerda que es mucho más económico comprar el vuelo redondo que sólo el de ida-

Puedes meterte a páginas como BestDay o Despegar.com  para jugar con tu viaje y determinar la fecha en que te sale más barato viajar; ten en cuenta temporadas altas y bajas tanto de México como de Nueva Zelanda (recuerda que allá es verano mientras acá es invierno y viceversa). Ahora mi consejo es el siguiente: estas páginas que supuestamente te ofrecen los mejores precios de viajes no siempre son la mejor opción, utilízalas como te dije sólo para determinar una fecha y darte una noción de la disponibilidad. Algunas veces la oferta menciona promociones como “Irlanda por 400 USD” y uno se dice “5000 pesos por viajar a Irlanda, es una ganga”; pero cuando damos clic en comprar viene la gran sorpresa de que el precio era sin IVA y sin incluir ningún otro de los impuestos que se pagan siempre al viajar en avión. Al final el precio ya convertido a pesos resultará de 14 o 15 mil pesos, esto es una realidad. Lo mismo pasa con NZ, te encontrarás ofertas de vuelos por 900 o 1200 usd, que al final resultarán siendo 18 o 20 mil pesos que es exactamente lo mismo que pagarás en una agencia de viajes establecida; cuando estés en estas páginas dale comprar sólo para comprobar el precio, el vuelo y el horario y luego cancela.
Después vete a una agencia de viajes, en México abundan en cualquier plaza comercial y pide directamente que te  acomoden al vuelo que ya elegiste, así pídelo, ellos te darán el precio en pesos y ya con todos los impuestos incluidos y te darás cuenta de que el precio sigue siendo el mismo; pero tienes la certeza de que estás haciendo una compra segura donde puedes pagar en efectivo, cheque o si tu quieres con tarjeta, pero sin arriesgarte a las compras por internet (la verdad yo soy muy paranoico en ese sentido, no es lo mismo comprar un vuelo a las vegas por 500usd que hacer una compra de 20 mil pesos por internet) la misma agencia se encargará de ponerte en el asiento que quieres, agendar tu vuelo y algunas veces te incluirán un seguro de viaje (si es que no lo incluye la tarjeta de crédito que utilizaste) y la comisión de la agencia de viajes será de tan solo 200 o 300 pesos.
Puedes comprar tu boleto como el resto del mundo del siglo XXI por internet, pero a mí me da mucha más confianza saber dónde compré mi boleto, quién me atendió y dónde reclamar en caso de ser necesario.
Ya tenemos el boleto, ahora viene la burocracia.

Nueva Zelanda, donde por cada humano hay 10 ovejas, es un país demasiado amigable, demasiado bello y demasiado pacífico; pero es por esto mismo que el gobierno tiene que tomar sus propias precauciones para mantenerlo así.
La primera pregunta que nos viene a la mente es ¿Necesito una visa para entrar a Nueva Zelanda? La respuesta es tanto sí, como no.
Cuando hablamos de Nueva Zelanda, no podemos hablar de una ciudad en específico a la cual visitar y punto. Las hay, pero lo cierto es que vale la pena recorrer las dos islas de punta a punta.  Además si llegaremos desde tan lejos, la mayoría de la gente trata de quedarse el mayor tiempo posible. Pero hay algunas reglas.
Si uno comprueba que tiene asegurado el boleto de regreso o los fondos suficientes para comprarlo y no es tu intención estar más de 90 días, bienvenido, puedes entrar al país con un permiso. Si deseas estar más de 3 meses necesitarás una visa de turista. El problema está en el hecho de que es un país caro, así que debes ser capaz de demostrar que tienes (ya sea en efectivo o en el banco) una cantidad de 1000 dólares neozelandeses por cada mes de estadía en el territorio.
La visa de turismo te permite entrar al país y sustentar tu viaje con tus propios recursos, pero ¿Qué pasa si por X o Y razón te quedas sin fondos? No puedes pedir trabajo así, como así; si lo haces te vuelves un equivalente a los Indocumentados de EEUU, lo cual te arriesga a una deportación que se verá muy mal en tu pasaporte.
En mi caso el dinero será muy limitado, trataré de llevar justo los 1000 dólares por cada mes que esté allá, y como planeo regresar a los 80 días, en teoría no necesito una visa de ningún tipo. Pero uno nunca sabe, entre mis sueños ñoños está conseguir algún trabajo en Wellington relacionado con la Premier de el Hobbit; además no descarto la posibilidad que tendré que trabajar para comer. Por lo tanto he pedido una “Working Holliday”.
La Visa de vacaciones y trabajo te permite estar en Nueva Zelanda hasta por un año entero, bajo la premisa de que tus únicas intenciones son las de viajar y divertirte, pero que para esto es necesario que trabajes y financies tus vacaciones. Siendo una persona que odia a la burocracia, debo admitir que el proceso fue demasiado sencillo. Cada dos años se entregan 200 visas de este tipo y todo se hace por internet. Consulta www.newzealand.com/int/visas-and-immigration/  y www.immigration.govt.nz   para más información. Además esta visa te permite estudiar por tres meses si lo deseas. La verdad es que vale la pena intentarlo para estar preparados allá. Uno nunca sabe cómo será la economía de un Hobbit viajero.

¿Qué más para viajar?
Bueno ya que el vuelo pasa por Estados Unidos es necesaria la visa Americana y el Pasaporte. Espero que ya los tengas; yo odié el proceso burocrático de ambos, pero tuve la precaución de hacerlos antes de que siquiera me imaginara que estaría comprando el boleto.

miércoles, 17 de abril de 2013

Prólogo



En plena adolescencia me impregné de los escritos de J. R. R. Tolkien, de los cuales, a pesar de su sencillez comparado con el resto de sus obras, mi libro favorito fue –y es- El Hobbit. Fue gracias a Tolkien que decidí convertirme en escritor.
Por la misma fecha, el director Peter Jackson decidió arriesgarlo todo y hacer una adaptación cinematográfica de la obra más compleja de Tolkien: El Señor de Los Anillos. El resultado comercial fue una de las franquicias de cine más populares y rentables de todos los tiempos. Pero el logro no sólo se debe a la adaptación del libro al guion, a la selección de los personajes y a los maravillosos efectos especiales. Gran parte del éxito se debió a que en un lugar de la tierra existe un lugar físicamente idéntico a la Tierra Media de Tolkien.
Ese lugar se llama “Nueva Zelanda”.
Desde el día que vi la “Comunidad del Anillo” ha sido mi sueño teto el viajar a la Tierra Media para pasearme como Hobbit por las colinas de la Comarca, las Montañas Nubladas, El Valle de Rivendel y las tierras de Rohan, sólo por mencionar algunos lugares. Conforme uno crece se olvida de los sueños o los pasa a un segundo plano para enfrentarse a cosas más prácticas. Sin embargo la Tierra Media y el deseo de visitar uno de los lugares más bellos de la Tierra No Media siempre estuvieron latentes ahí.
Hace tiempo los planes de mi mejor amiga se cruzaron con mis ñoñerías y juntos comenzamos a planear un viaje Épico a los confines de Nueva Zelanda. Por años el plan sufrió altibajos, retrasos y hasta posibles cancelaciones. No fue hasta que el Hobbit comenzó a volverse una realidad que mis deseos tolkiañeros se intensificaron así como la impulsividad de mi amiga a comprar su boleto. Yo soy más como Bilbo, necesito el empujón de un mago para salir de la puerta de mi casa, este impulso llegó y finalmente decidí comprar mi boleto.
Por fin esto se convierte en una realidad. Somos dos mexicanos que han decidido conocer hasta el último confín de la Tierra Media y lo harán porque así está escrito.
Yo sólo puedo hablar por mí y mis deseos ñoños de hacer este viaje, así que llámenme Hughes, tengo 24 años, soy un teto de primera que estudió periodismo, me encanta leer, ver películas escribir y soñar, he sido reportero, editor de revistas, director de proyectos fallidos de ciencia ficción, y hasta telefonista, actualmente me dedico a dar clases de inglés para una escuela de cuyo nombre no quiero acordarme; pero llegado el 19 de Septiembre del corriente año planeo abandonarlo todo para estar en Nueva Zelanda por lo menos 80 días durante los cuales deseo recorrer cada escenario natural posible de las películas de El Señor de Los Anillos y El Hobbit y si es posible mezclarme en el preestreno internacional de “La Desolación de Smaug” junto con toda mi raza de tolkiendils.
Faltan todavía unos meses para iniciar este “viaje esperado”; pero durante este prefacio trataré de documentar los preparativos para iniciar la aventura. Una vez allá me encantaría desempolvar mi título de Periodista y convertir mi viaje en una Guía Nerd para todo aquel que quiera emprender junto con nosotros la aventura de nuestra vida a través de uno de los mundos épicos más grandes que jamás existieron: NUEVA ZELANDA- LA TIERRA MEDIA.
J. G. G. Hughes